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 "No sabìa que se podìa querer tanto a un animal hasta que tuve uno, me enseñò muchas cosas, pero la que màs querer sin condiciones..." Antes de optar por un cachorro de Mastiff, el posible comprador tiene que  tener perfectamente claro que esta es la raza que realmente mejor se acopla a  su forma de vida, a sus necesidades y a su entorno. Hablamos de un animal que a edad adulta supera fácilmente los cien kilos de  peso y que no es para todo el Mundo. No es un perro de bolsillo, precisamente.  Abulta lo suficiente como para no caber en cualquier coche, ni en cualquier  lugar. Tiene unas necesidades muy especiales sobretodo durante la etapa de  crecimiento (que se prolonga mucho más que en la mayoría de otras razas), que  se traducen en ingentes gastos de Veterinario que hay que haber previsto con  antelación para luego no llevarse desagradables sorpresas. Es pues esencial que, mucho antes de pensar siquiera en la posibilidad de  su adquisición, quien tenga en mente “poner un Mastiff en su vida”, de una  serie de pasos previos... el primero de ellos consiste en hablar con otros  propietarios. Y para ello nada mejor que acudir a las Exposiciones Caninas y  charlar, preguntar sin miedo y sin vergüenza y no dejarse nada en el tintero...  ese es también un buen momento para ver los ejemplares que acuden a las mismas  a concursar y hacerse una idea de conjunto sobre su calidad, comportamiento y  aspecto. Y una oportunidad única para hablar con los Criadores presentes y  comenzar a recabar la información imprescindible sobre lo que cada cual ofrece,  sobre cómo trata a sus animales, cuales son sus garantías, su “currículo  vitae”, etc.  Una vez obtenida toda esta información hay que procesarla, calibrarla y  meditarla bien. Las perreras están llenas de perros de todo tipo que fueron muy  deseados, pero que luego constituyeron un rotundo fracaso sencillamente porque  al adquirirlos no se había tenido en cuenta esto o lo otro; crecieron, las  cosas se complicaron y acabaron abandonados en cualquier canil cercano y eso no  es justo ni para el animal ni para el criador que había puesto tantas ilusiones  en él, ni para los niños de la casa que ven como se arranca de su lado a su  mejor amigo, ni para el matrimonio que acaba echándose los trastos a la cabeza  acusándose mutuamente del fiasco... Luego conviene visitar al o a los Criadores previamente seleccionados en su  entorno, es decir en su casa; conocer de primerísima mano las condiciones en  las que habría de crecer el hipotético cachorro, preguntar sin vergüenza todo  lo que a uno se le ocurra, por absurdo que parezca y tomar buena nota de ello.  Es más, personalmente sugiero que antes de ir, el interesado redacte una lista  con todo aquello que quiere saber y para lo que precisa respuesta y, nuevamente  insisto en ello, no se deje nada en el tintero, por irrisorio que parezca... Habrá que ver a los padres, o como mínimo a la posible madre de la futura  camada, y recabar toda la información posible sobre su calidad reproductora, su  carácter y comportamiento y, también, sobre sus condiciones de salud y las de  sus antepasados. Este que parece un tema baladí no lo es en absoluto, pues de  la calidad de padre y madre dependerá en buena medida la de la progenie. No hay  que dejarse ofuscar porque tal o cual ejemplar sea Campeón de esto y lo otro.  El mundo canino está lleno de Campeones que como sementales o hembras de cría  no han tenido la más mínima trascendencia o han sido un absoluto fracaso... la  calidad genética, la que se hereda, es mucho más importante y meritoria que el  hecho de haber ganado aquí o allá o tener un palmarés más o menos epatante. Asimismo hay que tener muy presente que los Criadores de elite no son los  que más crían sino los que crían mejor y normalmente estos son los que lo hacen  en plan, por decirlo de alguna manera más artesanal... a menor escala,  calibrando perfectamente cada cruce, estudiando a fondo los pedigríes y lo que  cada reproductor tiene para ofrecer y habitualmente dedicando a sus cachorros  mucho más tiempo y mucho más interés. Y esto, entre otras cosas, suele  significar tener que esperar de seis meses a dos años para poder obtener un  cachorro de verdadera calidad. Hay que desconfiar siempre de las gangas y de  quienes tienen cachorros para ofrecer a lo largo de todo el año y más aún en  épocas tan significadas como las navideñas, pues habitualmente estas prácticas  se corresponden más con el “vendedor” canino que con el Criador genuino, serio  y responsable. Y finalmente hay que recorrer las instalaciones, evaluar cómo funciona  todo, si los animales están alegres, limpios, cuidados y si son confiados o por  el contrario huyen incluso de las personas con las que conviven... esto nos  dará una idea aproximada del tipo de trato que reciben. De regreso a casa, volver a procesar, calibrar y meditar sobre todo lo  visto y oído y si es el caso, solo después tomar una decisión y, en la mayoría  de los casos, apuntarse a una larga lista de espera... ya se ha visto que el  Mastiff es una raza minoritaria y que solo unos pocos afortunados (poco más de  seis mil en todo el Mundo) podrán optar anualmente a uno de estos magníficos  colosos. Cuando llegue el momento de elegir al cachorro, mi consejo es no dejarse  influenciar por el color del manto y ni siquiera por el sexo del perro... si se  ha elegido un Criador de elite, serio y responsable, este sabrá perfectamente  cuál de los individuos  de la camada se ajusta  mejor a las características de cada familia, pues durante las visitas previas  habrá tomado buena nota de todo e incluso es probable que haya pedido al futuro  cliente que le rellene un cuestionario que contribuya a realizar la elección  más adecuada.  No obstante conviene dejar claro que hay una serie de requisitos mínimos en  cuanto a la calidad del cachorro que ya estarán presentes a la edad de ocho  semanas, que es el momento ideal para proceder a la selección. Veamos cuáles  son... 
  
    El cachorro de ocho semanas suele ser una “fotocopia en miniatura” del  futuro adulto, en todos  los sentidos;Tendrá que ser un individuo alegre, curioso, que intente atraer la atención  del visitante y que no rehuirá el contacto, después de la reticencia inicial  que no durará más de un minuto.Estará delgado, pero ya se apreciará una musculatura incipiente, sobretodo  en los muslos; salvo que la visita tenga lugar inmediatamente después de la  hora de la comida (lo cual no es en absoluto aconsejable), la barriga no estará  abultada ni resultará pendular, lo que sería síntoma inequívoco de infestación  por parásitos intestinales.Tendrá los pies bien redondeados, recogidos (pié de gato),  las uñas cortas y las almohadillas  hidratadas, al igual que la trufa.Los ojos estarán libres de legañas y de prurito, húmedos y brillantes y el  iris será lo más oscuro posible (azul oscuro o avellana oscuro, nunca grises ni  amarillentos ni azul claro).El pelo estará  brillante y limpio,  libre de parásitos, rozaduras en los codos y los corvejones y el cachorro no  presentará ningún tipo de olor desagradable sino el característico a bebé;  alrededor del ano, vulva y prepucio no habrá restos de suciedad de ningún tipo,  como tampoco en la cara interna de las orejas, que será rosada y suave al tacto  y no despedirá tampoco olor alguno.Su movimiento será suelto y decidido, incluso ágil para su edad, teniendo  en cuenta la torpeza de que hacen gala habitualmente estos grandes molosos; ni  las patitas delanteras ni las traseras se entrecruzarán mientras corretea y  acude a la llamada del Criador o del visitante.Parado y visto de frente, el pecho estará bien descendido entre las patas y  será ancho; las patas, a su vez, estarán bien separadas entre sí y  perfectamente aplomadas con los pies mirando al frente, nunca hacia fuera o  hacia dentro;Visto de perfil se le verá proporcionado, rectangular en su conjunto, con  una angulaciones delanteras y traseras suficientes, nunca exageradas, ya  perfectamente visibles; el dorso será recto, con la cola insertada alta,  siempre más ancha en su base y estrechándose ligeramente hacia la punta, que  deberá tocar el corvejón.Visto por detrás, las patas traseras estarán bien separadas entre sí,  también perfectamente aplomadas y sin desviaciones ni hacia dentro ni hacia fuera.El macho será visiblemente más “tocho” y la hembra marcadamente femenina ya  a esta edad, pero ambos tendrán buena calidad de hueso y sustancia.La cabeza será cuadrada aunque es lógico que entre las orejas se distinga  un abombamiento en el occipucio que suele ser promesa de volumen al final del  desarrollo; las orejas se verán en relación con el conjunto y siempre más  oscuras, insertadas continuando la línea del cráneo, nunca elevadas por encima  de éste, ni tampoco separadas de los laterales de la cara.La expresión será de bebé pero denotará seriedad en su conjunto; no habrá  arruga excesiva, solo cuando el animal esté alerta (por ejemplo al escuchar su  nombre o un ruido familiar); los ojos estarán bien separados entre sí por un  surco profundo y perfectamente enmarcados en sus orbitas, nunca salientes ni  saltones.La mordida será a nivel o el maxilar superior sobresaldrá ligeramente sobre  el inferior (nunca al revés) y los dientes de leche estarán bien separados  entre sí, perfectamente alineados y con los caninos notablemente más  desarrollados que los incisivos; la boca en ningún caso se verá torcida y la  lengua nunca sobresaldrá por uno de los laterales ni por el centro del labio,  cuando tenga la boca cerrada.El morro será ancho desde el stop hasta la trufa, proporcionado y  perfectamente definido y el labio superior rebasará solo ligeramente al  inferior, confiriéndole un aspecto cuadrado cuando visto de frente.La máscara será negra y cubrirá todo el morro, incluida la zona alrededor  de los ojos y las cejas; las orejas también serán más oscuras que el resto del  manto.El pelo será de un color homogéneo, si bien se admite una tonalidad más  oscura sobre la línea dorsal, el pecho y la cola, que desaparecerá hacia los  seis meses y que denota la hiper pigmentación, pero en ningún caso debe  confundirse con un manto entremezclado de negro o gris.Las uñas serán perfectamente negras En el momento de la entrega del Cachorro por parte del Criador al nuevo  propietario, este deberá ir acompañado de toda su documentación en regla que  incluye lo siguiente: Cartilla Veterinaria, con los sellos oficiales y la firma del  Veterinario correspondientes a las inoculaciones que se han practicado y las  fechas en que estas se han realizadoJustificante de Inscripción en el Libro de  Orígenes, Ratificando la  pureza de sangre del ejemplar cedido, que deberá ser relleno y firmado por el  Criador, con los datos correspondientes al perro en cuestión y también con  nombre, dirección, teléfono, documento de identidad, del nuevo propietario a  quien se hace la cesión, junto con la fecha en que la misma se realiza. Este  documento es indispensable para que posteriormente el dueño pueda solicitar de  la Sociedad Canina correspondiente, su Pedigrí OficialPedigrí (no oficial) del cachorro, donde se haga constar, como mínimo el  nombre y número de registro de ambos progenitores (padre y madre), abuelos y  bisabuelos paternosCopia de los Certificados veterinarios oficiales, si los hubiere, confirmando que los  progenitores han sido radiografiados y están libres de Displasia de Cadera, de  Codo y también de defectos oculares Hereditarios, como el Entropión, el  Ectropión o la Atrofia de Retina Progresiva.Copia de los Certificados de ADN oficiales, si los hubiere, de padre y madre.Dossier de Información, lo más completo posible, con datos útiles sobre  el manejo del cachorro, su aseo e higiene, su alimentación, su control  veterinario y su educación y cualesquiera otras instrucciones que el Criador  juzgue oportunas para el mejor bienestar del animal por él criado. También  sería muy de desear que se incluyera un listado de los accesorios y juguetes  recomendados.Datos del Veterinario que, desde el nacimiento y durante el periodo de  crianza, ha atendido al animal incluido el teléfono de contacto y, en su caso,  listado de los Veterinarios recomendados, si fueran varios.Datos del Club que ostenta la representación de la  Raza en el país de  nacimiento (teléfono, dirección, y otros), para el caso de que el propietario  decida afiliarse al mismo.Suficiente cantidad del Alimento recomendado por el Criador para tres o cuatro días y,  en su caso, de Cualesquiera suplementos que en ese momento se le Estuvieran  administrando al animal, también para Tres o cuatro días. Asimismo información  sobre los Distribuidores y / o Vendedores de esa marca Concreta de pienso, si  no fuera de las más Habituales en el mercado.Asimismo el cachorro deberá estar identificado bien mediante tatuaje  indeleble en la oreja derecha o mediante microchip, en el momento de  la cesión.Todo lo anterior, es lo que habitualmente se  le exige a cualquier criador de elite en cualquier país de nuestro entorno;  desgraciadamente en España es todavía demasiado común que prácticamente ninguno  de estos temas se tenga en consideración. Sin embargo el propietario debe  exigir que se le facilite la mayor información posible y que el Criador  contraiga un compromiso de futuro, para evitar luego tener que lamentar –como  tantas veces ocurre—la falta de comunicación o, lo que es todavía peor, sentirse  engañado o estafado por quien no resultó ser todo lo serio y responsable que  parecía. La adquisición de un cachorro no es un tema baladí y por lo tanto es  lógico que el futuro dueño solicite de quien lo cría todas las garantías  posibles, de cara al futuro.      
 (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito)  |