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El osteosarcoma, incidencia de la enfermedad en la raza Bullmastiff, Castro-Castalia Bullmastiffs
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El osteosarcoma, incidencia de la enfermedad en la raza Bullmastiff, Castro-Castalia Bullmastiffs

Pica-Pica de Castro-Castalia

El OSTEOSARCOMA es uno de tipos de cáncer más comunes en perros y el más común de cuántas formas de cáncer de hueso afectan a la especie. Resulta difícil de tratar y las expectativas de supervivencia del animal diagnosticado son muy bajas. En el caso del Bullmastiff, como ocurre con tantas otras enfermedades, existe una predominancia familiar y hereditaria en algunas líneas de sangre, mientras que otras no parecen afectadas ni siquiera mínimamente. Suele cursar a edad relativamente temprana en la raza y por lo general afecta a perros de cuatro o cinco años en adelante.

La mayoría de los OSTEOSARCOMAS tienen su origen en los huesos largos de las patas y menos del 25% se originan en huesos planos. Por lo general, se presenta una cojera repentina que dura de dos a cinco días, asociada –aunque no siempre—a la inflamación del miembro. En algunos casos en los que el tumor se ha comido literalmente parte del hueso, el miembro afectado puede fracturarse espontáneamente.

El diagnóstico suele ser relativamente fácil a partir de una radiografía en la que se observan cambios muy típicos en la conformación del hueso del miembro afectado, si bien suele ser conveniente para mayor seguridad realizar además una biopsia del tejido óseo para evaluar la gravedad del cuadro.

En la mayoría de los casos, el único tratamiento posible pasa por la amputación del miembro afectado, si bien no suele ser suficiente porque por lo general, cuando un perro presenta la sintomatología propia del OSTEOSARCOMA es fácil que se haya ya producido una metástasis y que otros órganos estén igualmente afectados en mayor o menor medida. De hecho, y muy tristemente, la pervivencia de un perro afectado de OSTEOSARCOMA, tanto si es tratado como si no lo es, cualquiera que sea el tratamiento de elección, no suele rebasar los nueve y como máximo once meses de vida.

Hoy por hoy puedo decir que hasta la fecha no se ha diagnosticado un solo caso de OSTEOSARCOMA en ejemplares “CASTRO-CASTALIA”, por lo que felizmente estoy en posición de afirmar que mis líneas de sangre están libres de esta terrible enfermedad.

Sería esencial que aquellos criadores conocedores de la incidencia de OSTEOSARCOMA en sus líneas de sangre, limitaran la crianza con aquellos ejemplares que se sospeche sean portadores-transmisores de la enfermedad, pero muy lamentablemente esto no ocurre; la mayoría están más interesados en producir perros en cantidad, independientemente de sus condiciones de salud, que en asegurar la buena marcha de la raza, su calidad, y la evitación de problemas tan graves como estos y de consecuencias tan dramáticas para los animales y sus dueños. Esto quizás explique que en los últimos veinte años el OSTEOSARCOMA, igual que ocurre con el LINFOSARCOMA, sean dos enfermedades que quienes poseen y crían Bullmastiffs, asumen como habitual en la raza, aún cuando no tenga por qué serlo. Un ejercicio de responsabilidad evitaría su proliferación. Tan simple como eso.

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito)

LAS FOTOGRAFIAS SON MERAMENTE ILUSTRATIVAS NO UNA INDICACION DE QUE LOS EJEMPLARES PADEZCAN DICHA ENFERMEDAD.

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