Generalmente, nuestra vida con nuestro minino es una vida feliz, son limpios y cariñosos, se comportan de manera ordenada tanto dentro como fuera de casa, pero...a veces la paz se turba, nuestro amigo felino comienza a comportarse de una manera que no nos gusta, araña muebles, paredes, defeca y orina por cualquier sitio e incluso llega a ponerse agresivo con nosotros o con las visitas.

En algunos casos, el “problema” solo depende de la percepción nuestra, por ejemplo, nuestra “chinche” se vuelve loca por afilarse las uñas en el respaldo de dos de los sofás del salón (probablemente aprendió de “Mimo” y “Blue”), a nosotros no nos importa (son los sofas de los perros), lo que a nosotros nos parece una actitud normal, para otros puede considerarse algo totalmente inaceptable, vamos a analizar que provoca estos cambios en la actitud de nuestros felinos y como remediarlo

Lo principal para entender a nuestro gato es conocer cuales son las pautas de comportamiento natural y cuales están variando, algo que a simple vista parece muy sencillo, pero en ocasiones requiere conocimiento, paciencia y ejercer de Sherlock Holmes para conocer las causas.

Las marcas en el interior de la casa, tales como una funda de sofá arañada, una alfombra raída, bajos del papel pintado destrozados, son indicativos de la presencia de un gato, suelen ocurrir en gatos que no tienen acceso al exterior, necesita afilarse las uñas y desprenderse de las fundas viejas, si observamos estas zonas de arañado descubriremos restos de ellas, también se pueden producir por aburrimiento o curiosidad, un trozo de papel pintado suelto suele significar un atractivo irremediable, a eso hay que añadirle que suele llevar acompañado un mayor interés por parte del dueño, aunque este se negativo, hay veces simplemente lo hacen para llamar nuestra atención.

El arañado es también una manera más de marcar el territorio, entre las almohadillas producen un sudor acuoso que lleva su marca personal, la introducción de un nuevo gato, sin las precauciones adecuadas, o la presencia cercana en el exterior del hogar de otro gatos puede provocar esta respuesta en nuestro amigo.

Para corregirlo deberemos no solo suprimir la causa externa, pintar o pegar concienzudamente esa zona de papel pintado, también deberemos limpiar con un detergente biológico, frotarlo a continuación con alcohol o incluso vodka, mantenga al gato alejado mientras se seca y durante un par de días, es recomendable incluso utilizar un secador de pelo para que sea más rápido, una vez pasado este periodo, el olor suyo se habrá disipado completamente y comprobaremos que nuestra mascota no necesita reponer su olor ya que ellos remarcan cuando su olor se disipa para reafirmar su presencia.

A veces, la llegada de un bebe a casa, de un familiar que pasa una temporada, o simplemente la redecoración de una habitación pueden provocar en nuestra mascota un estimulo negativo, una sensación de inseguridad, o miedo a algún otro gato en el exterior, debemos comprenderle y no reñirle, eso aumentara su inseguridad, con lo que lo único que haremos será potenciar esta conducta negativa.

Si cambiamos la decoración de una habitación, e incluimos en ella nuevos objetos que desprendan olores fuertes, sofás de piel, cuadros al óleo, deberemos mantener a nuestra mascota alejada de ellos una temporada, para que poco a poco se vaya acostumbrando a las novedades, así los nuevos olores se fundirán gradualmente con los habituales de nuestro hogar, también existen productos veterinarios que están basados en las feromonas producidas por los gatos, lo que reafirma su seguridad y acelera el proceso de adaptación a las novedades.

No es lo habitual, pero en ocasiones los gatos reaccionan a determinados estímulos y caricias con mordiscos y arañazos, lo hacen cuando se sienten amenazados, para ello debe aprender a leer las “señales” que nos manda, crispación de las orejas, tensión repentina del cuerpo o pupilas dilatadas, nos indicaran que estamos realizando algo que no le gusta y que deberemos interrumpir inmediatamente si no queremos desatar una reacción adversa, realice ese gesto que molesta al animal poco a poco, ganándose su confianza.

Una de nuestras actitudes que desatan esta respuesta es rascar el vientre, su zona más expuesta y que identifica como un peligro letal para él, puede no distinguir que es un mimo, solo siente la amenaza el exponer su zona vital, y desata su instinto de protección, los arañazos y mordiscos son una reacción de autodefensa instintiva.

Algunos reaccionan de forma agresiva cuando se frustran al impedirles realizar algo, ello viene dado a una mala socialización en su época de cachorro, le privaron muy pronto de su madre y sus hermanos, y no aprendió a descargar su frustración en la caza, debemos mantenernos firmes pero de una manera fiable, tranquila y confiada, recompensándole con comida o alguna otra chuchearía, para así reafianzar la conducta positiva.

Si todas estas recomendaciones fallan, deberemos acudir a un especialista en comportamiento felino que nos fijara las pautas de comportamiento para que la paz vuelva a reinar en nuestro hogar y así podamos seguir disfrutando de la compañía y mimos de nuestra mascota

Importante

El gato es el único animal domestico que no es gregario, esta encantado de vivir con nosotros por las maravillosas comodidades de nuestro hogar y porque le proporcionamos comida y mimos regularmente.

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito)